
Para los íberos era un gesto revestido de especial sacralidad, pues en los exvotos de los santuarios, ellos mismos se auto-representaban, con frecuencia, saludando e invocando a las Divinidades en pie y efectuando el "saludo étnico" tradicional de su Pueblo.
Los romanos no hicieron sino asimilarlo a sus propios usos y costumbres culturales. De hecho, los romanos se refieren a este como "SALUTATIO IBERICA".
Ahora bien, solo la ignorancia y la manipulación hacen que nuestros símbolos pasen a ser parte de la historia maldita y lo políticamente incorrecto.