Jueves, 5 de diciembre.
Augustóbriga: una ciudad romana bajo las aguas, El Templo "Los Mármoles".
Los restos del pasado romano de Talavera la Vieja evocan el pasado glorioso de Augustóbriga, una de las urbes más destacadas que tuvo Hispania. Estaba situado en la calzada que iba desde Emérita Agusta (Mérida) hasta Caesaróbriga (Talavera de la Reina), fue una ciudad romana levantada a orillas del río Tajo. Posteriormente se le dio el nombre de Talavera la Vieja, pueblo que quedó bajo las aguas del embalse de Valdecañas en 1963. De la inundación se salvaron partes de dos templos que fueron trasladados a un cerro para salvarlos de las crecientes aguas del embalse. Hoy se encuentran junto a la carretera que une Navalmoral de la Mata y Guadalupe.
El Templo de Los Mármoles, de planta rectangular, de 20.40 x 11.55 m, se asienta sobre un podio de bloques de granito. Tuvo amplias pronaos y cella. Su frente conserva cuatro columnas centrales y dos laterales, asentadas sobre un zócalo de granito, que solo se interrumpe en el vano de acceso integrado en el intercolumnio central. Sus columnas son de orden corintio muy esquematizado. En origen estas columnas estuvieron estucadas y pintadas. Presenta un arquitrabe liso sobe el que se apoya una cornisa, que en parte, sirve de apoyo a un arco de remate del frontón.
Las ruinas del antiguo templo,"Los Mármoles" sirvieron de modelo para reconstruir el de Diana de Mérida. Es importante recalcar que el Pórtico de la Curia de Talavera La Vieja, conocido como Los Mármoles, es el único que se conserva en todo el mundo romano.
Sábado, 7 de diciembre.
El Castro de El Raso (vetón – celta)
El castro de El Raso es un asentamiento vetón situado en el municipio de Candeleda (Ávila) próximo a Madrigal de la Vera, concretamente en una zona denominada «El Freíllo«, próxima a la pedanía de El Raso.
Se trata de una construcción defensiva con murallas que alcanza una superficie de unas 20 hectáreas. En el castro se han rehabilitado dos de las viviendas para dar cobijo a un centro de interpretación que ofrece información sobre el yacimiento.
Su excepcional situación sobre la Garganta de Alardos no sólo lo hacen un lugar de gran belleza, sino también estratégico y fácil de defender. Datado en la Edad del Hierro ocupa una destacada posición sobre la garganta que le sirve de foso, su parte alta está totalmente protegida por un fortín y hacia la llanura conserva restos de una muralla de 2km de perímetro con una anchura media de 2-3m, torres de refuerzo (hacía el sur, para dominar el valle) y bastiones (en la puerta de la muralla). Esta estratégica posición permitía controlar la parte baja y los accesos a los pastos de la Sierra de Gredos.
Fue ocupado desde finales del siglo III a. C. hasta mediados del siglo I a. C., momento en que se abandona posiblemente debido a la conquista romana. A partir de este momento la mayor parte del poblado es destruido y sus murallas inhabilitadas por los romanos lo que hace que sus habitantes se vean obligados a trasladarse a las zonas llanas del valle, dando lugar al progresivo abandono del lugar. Se trata de una construcción ex novo, ya que se ha localizado un poblado anterior, en llano y sin murallas, en una zona cercana, El Castañar, que fue destruido (marcas de incendio no accidental). Con este poblado se relaciona la necrópolis, cuya cronología abarca desde el siglo V hasta el siglo III. a. C. La necrópolis de El Raso no se ha localizado.
La planta de algunas casas se inspira en modelos helenísticos (griego), con un hogar central (alto de barro en el centro de la estancia donde se hacía fuego), con banco corrido, en torno al que se distribuyen el resto de las estancias, y un porche en la entrada, con un pequeño corral para animales. La habitación principal era la cocina, que se usaban además como dormitorio, comían en el banco corrido pasando los alimentos de mano en mano según jerarquía (edad y dignidad).
Las construcciones estaban hechas de barro, piedra y madera y los techos de entramado vegetal. Sus moradores eran agricultores y ganaderos (también cazaban y recolectaban frutos) y no usaban la escritura. Tenía importancia también el trabajo de metales: hierro (para herramientas y armas), bronce (para pequeños accesorios personales) y oro y plata (para joyería). Conocieron también la vid, pues de ella hemos encontrado algunas semillas en las excavaciones. Y a la existencia de vino quizá se deba el recubrimiento de pez que observamos en las paredes de algunos vasos de provisiones.
Este recinto amurallado pudo contener, a juzgar por el número de las halladas en los espacios excavados, cerca de 500 casas, y estar habitado por unas 2.500 personas, entre las que no se han detectado la existencia de clases sociales.
Sus gentes con antepasados de Centroeuropa se movían muy despacio con sus familias y enseres siguiendo sobre todo el curso de los ríos más importantes, a cuyas orillas fundaban núcleos de población que acabaron siendo ciudades.
Actualmente en el Museo Histórico Municipal se exponen una serie de urnas funerarias de la necrópolis de El Arenal y diversos elementos de la vida cotidiana en el castro amurallado. Celtas en el Sur de Gredos (que es como se llama esta exposición), es un complemento imprescindible y una invitación para visitar el conjunto arqueológico de El Raso, el más completo del mundo céltico: un poblado, su necrópolis, un castro amurallado y un santuario.
Domingo, 8 de diciembre.
Jarandilla de la Vera
Uno de los pueblos más pintorescos de la región, se levanta entre sierras y gargantas en un entorno natural privilegiado. En el término de Jarandilla, pueden encontrarse numerosas muestras de un amplio legado cultural, monumental y arqueológico. A destacar:
En la Avenida de la Universidad, tras el Castillo de los Condes de Oropesa (hoy día Parador Nacional) nos encontramos con 3 mandalas de origen celta talladas en piedra y recogidas en en Cerro de Jarandilla. En una de estas se aprecian inscripciones rúnicas de origen desconocido.
Iglesia fortificada Templaria de Nuestra Señora de la Torre.
Edificio grande y majestuoso, construido sobre peña viva, que la sustenta y levanta, data del siglo XII-XIII, se construyó sobre un castro celta, prueba de ello es el berraco que ahora se encuentra en un muro de la torre. Cabe destacar, el cipo romano de mármol con columnas corintias y fuste en espiral. En la iglesia podemos apreciar una Pila Bautismal Visigoda elaborada en piedra y en la que se aprecia una cruz gamada.
Uno de los hechos más notables acaecidos en la población durante el siglo XV fue la llegada y estancia del Emperador Carlos I de España y V de Alemania después de cruzar lo que llamó "el último puerto de su vida", se instaló en el castillo del Señor de Jarandilla, cuya visita es obligada. Existen un estanque anejo y jardines en sus alrededores para pasear así como multitud de fuentes.
Lunes, 9 de diciembre.
Los Toros de Guisando son un conjunto escultórico vetón que se ubica en el cerro de Guisando. Se datan entre los siglos II y I antes de Cristo, con preferencia a la creación en el siglo II a. C., durante la Edad del Hierro. Se trata de cuatro esculturas realizadas en granito que representan cuadrúpedos, identificados como toros o verracos (cerdos sementales), con preferencia a la suposición de que se trata de toros, ya que algunas de las piezas presentan, en la cabeza, oquedades consideradas para la inserción de cuernos.
Hemos destacado algunos de los lugares visitados enfatizando en los relacionados con vestigios de la historia prerromana, y quizá, (salvo los Toros de Guisando) menos conocidos. Adjuntamos algunas instantáneas.
Pasear por las calles de nuestros pueblos, admirar sus paisajes, descubrir, aprender, difundir y enseñar la historia de la que formamos parte, dar a conocer el patrimonio de bien natural, histórico y monumental que poseemos ¡animaos a conocerlo!
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