martes, 15 de enero de 2013

El caballero, La muerte y el diablo.

Hace 500 años de la creación del grabado mas hermoso y con mas simbolismo de Alberto Durero, "El caballero, la Muerte y el Diablo" síntesis de la soledad y la dureza del camino heroico.

Inspiración de artistas de todo tipo, escritores, pintores y  músicos,  entre ellos destaca el hermosisimo ensayo de Jean Cau, del mismo titulo y que recientemente se edito en tirada privada.

Este ensayo, un grito desgarrado contra la Modernidad circundante debería ser libro de cabecera de todo agente Tradicional. Obligada lectura y aprendizaje del Militante, si confirma el  "Vita Militia Est".

Entre tanto revolucionario de salón y antisitema burgués  Cau revoluciona la intelectualidad circundante con un cañonazo de ideas atávicas y escupe a la moral del rebaño, iluminado por el mágico resplandor de la obra de Durero.

En el prologo de la ultima edición del libro, donde el prologuista dice acertadamente:
"El Caballero, La Muerte y el Diablo, tres en uno, uno en tres. La perfecta trinidad de la sociedad europea, de esta Europa plagada de traidores que ha visto derramar la sangre de sus mejores hijos en guerras fratricidas.

La Muerte, destino inequívoco de cada uno de nosotros, fiel compañera, es novia del Caballero. Conocedor de su destino no la teme, la ignora e incluso la ama. Pues no se siente más vivo que cuando ella le rodea con sus brazos haciéndole ver la futilidad de la vida.

Y el Diablo, la molicie, la comodidad, todo aquello que acecha al Caballero para hacerle desistir, abandonar su destino. Él, sabedor del lugar donde encaja en el mecanismo cósmico de la vida, continúa con su función para lograr la Trascendencia que muy pocos, como Leónidas o Alejandro, han logrado. El Diablo no logra hacer mella en él. El Caballero se comporta como el roble que necesita del agua pero no la implora. Es, como bien dice Cau, el ejemplo en sí y fuera de sí"

En otro ambito cultural la obra inspira a musicos italianos como "Antica Tradizione" o los desaparecidos "Punta di Lancia"(1994)  a realizar bellisimas obras musicales de carácter tradicional.


"No hay nada más bello que un hombre cuando avanza. El soldado que sale de las filas y declara que él es voluntario. El torero que sale del burladero, despide a sus peones y despliega su capa. Y, en imagen ingenua, el
cow-boy que entra en el "saloon" y se dirige al bar a través de la asistencia petrificada. Todo se resquebraja en el corazón de los otros hombres cuando uno de ellos avanza dos pasos, se separa del grupo y forja, así, en derredor suyo, la infranqueable barrera del respeto. Las madres y las novias suplican y no comprenden que puedan tener a la muerte por rival. "¡No avances!
¡Retrocede!" Es demasiado tarde. El hijo o el  amante ha oído la llamada increíble de otro amor y muestra a las mujeres un rostro de sombras y una mirada vacía. "¡No nos reconoce!", grita la madre. Así es, en verdad, él ya no es el mismo desde que avanzó. Ya no tiene pasado. Mujeres, para vosotras es un extraño porque ha decidido nacer por segunda vez y ha salido, en ese mismo instante, de sí mismo, y no de vuestras entrañas. El heroísmo: esa extraña creación de sí por sí mismo y del hombre por el hombre."
 Jean Cau.(El caballero, la muerte y el diablo).


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